11 junio 2010

Buena educación


Cierro la ducha, el agua corre por el desagüe. “¡Shao agua!”.

Termina Backyardingans o La casa de Mickey, da igual, siempre es cordial. “Shao, nos vemos, hasta mañana”.

Andamos de la mano, nos topamos con un gato detrás de un árbol. Pablo lo saluda, maúlla y se despide: “¡Shao gato!”.

Visitamos a uno de sus amigos, un Golden que vive a una cuadra de casa. Conversan, “¡shao perro!”.

Vamos a la panadería, afuera hay una moto. La escudriña con la mirada, la toca, quiere abrazarla. Le tomo la mano, tenemos que seguir. “Shao moto”.

Entra una niña con unos zuecos parecidos a los suyos, pero de otro color. “¡Hola ne! ¡Zapato, zapato, zapato naranja!”. La niña se va, “¡shao zapato!”.
Me acompaña durante el partido. Termina el primer tiempo: "¡shao fútbol!".


...

La pintura es del expresionista alemán August Macke: Mother and Child in The Park

02 junio 2010

¡Autubus, ne!

No deja de sorprenderme cómo a tan corta edad hay maneras, gustos y mañas tan definidos. Pablo tiene una personalidad delineada a pesar de sus dos añitos y algo, son muchos, muchísimos, sus rasgos espontáneos, esos que no tienen que ver con la herencia ni el aprendizaje.

Una de sus fascinaciones son los carros y cualquier cosa que ruede, y cuando digo que le fascinan me refiero a la palabra en su mayor amplitud. Por supuesto, en casa tiene una colección que incluye carros y camiones en todos los tamaños, y uno de sus juegos favoritos es crear una gran autopista que va desde su cuarto hasta la sala.

Carros, camiones, camionetas, grúas, motos, autobuses… Todos le emocionan, tanto que a veces parece que le da taquicardia cuando se encuentra con alguno de cerca. Tampoco le importa dónde estemos cuando se trata de manifestar su emoción al verlos y grita sus nombres todo pulmón, sin reparos.

Hace unos días se topó con la sorpresa de su vida en la oficina de mi amiga Adriana, y su grito –que retumbó en todo el piso- anunció el hallazgo: ¡Autubus ne*! El enamoramiento fue inmediato, la buena Adriana se lo regaló y ahora lo lleva a todos lados: al parque, al médico, a casa de su abuela… y si se le pierde es una calamidad. También duerme con él y lo primero que dice luego del desayuno es: ¡Autubus ne!

Sí, un autobús morado es el mejor amigo de mi hijo.
...

(*) Ne: apócope de nené que Pablo suele usar como cierre de todas sus frases: Autubus ne, árbol ne, moto ne, gato ne, mira agua ne, Etc., Etc., Etc.