27 septiembre 2007

Esperando a Pablito

Hoy decidí cambiar el nombre del blog. Creo que mientras esté en la "dulce espera" lo llamaré así, Esperando a Pablito, en alusión a esta etapa. Lo más probable es que una vez que él nazca lo cambie nuevamente y, quizas, mucho más adelante sea el mismo Pablo quien decida cómo llamar su blog.


Ya veremos...

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Imagen: Baby Blue, pintura de Esther Fuldauer.

El poder de la lactancia

Uno de los temas recurrentes durante el embarazo es la lactancia y todas sus bondades. En los meses que llevo en "estado de gravidez” he notado que es mucho el hincapié que, a través de libros, revistas o charlas, se hace en la importancia de amamantar para ambas partes, pues no sólo el recién nacido recibe beneficios, la recién estrenada mamá también.

Y es cierto, son demasiados los aportes de la leche materna desde proporcionarle defensas al pequeño hasta brindarle todos los nutrientes que necesita –y que ningún otro alimento puede darle-, además de fortalecer el vínculo madre-hijo de forma sensorial –contacto visual, táctil, olfativo-. Por otro lado, al amamantar el útero se contrae, hecho que ayuda a la recuperación post-parto y también contribute con la pérdida de los kilitos de más.

Es evidente lo vital que resulta la lactancia materna y por eso cada madre, con dedicación y esmero, debería alimentar de esta forma a su pequeño durante los primeros seis meses de vida, mínimo –aunque los más radicales dicen que debe ser hasta los dos años-, porque “toda mujer puede hacerlo”. He ahí el punto álgido.

En teoría todas las mujeres podemos alimentar a nuestros bebés, pero ocurre que en la práctica no siempre es así. Si bien en algunos casos es porque a las mamás les da miedo o prefieren evitarlo por aquello de mantener los senos en su sitio, hay otras situaciones en las que ellas tienen todas las ganas del mundo y no pueden hacerlo por algún problema físico.

Luego del bombardeo de información y del millón de veces que les repitieron “tienes que amamantar a tu hijo” es normal que estas mujeres lloren de la impotencia, experimenten sentimientos de culpa y terminen frustradas. Sí, sí es importante la lactancia materna pero si por alguna razón inesperada no puedes hacerlo, no quiere decir que estés descuidando al bebé ni que tu relación con él será diferente ni que crecerá enfermo o desnutrido.

Conozco varios casos cercanos de mujeres que no pudieron amantar -y que se morían de ganas de hacerlo- cuyos hijos han crecido totalmente sanos y tienen una excelente relación con ellas y viceversa. Hay quienes amantan y creen que con esto es suficiente, bien sea por ignoracia, flojera o descuido, y sus hijos están por debajo de la talla y peso promedio.
Creo que no se puede ser extremista en un caso tan delicado como este. Nada como la leche materna pero si no se puede, hay soluciones.
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Imagen: Mother and Child de Max Mannix

25 septiembre 2007

Tener un bebé

Puedo decir con seguridad que esta es la noticia más extraña y emocionante que he recibido en mi vida; así veas la "marquita" en el test, el "positivo" en el examen o la "pequeña caraotica" del primer eco como que no terminas de creerlo. Lo que sí digieres rápidamente es que ahora todo es diferente, sientes que el mundo cambia de un momento para otro y el pequeño se mete en tus pensamientos de forma automática.

Prácticamente no he tenido síntomas, salvo un mareo y una “indigestión” cuando ni sospechábamos que él venía en camino; “seguro fue el ajo porro o el atún”, decíamos José Juan y yo inocentemente. Al no sentir grandes malestares, resultaba más extraño todavía el pensar “tengo un bebé adentro”, pero luego empieza a crecer, se mueve y aquel "granito" del primer mes toma forma y se hace tangible.

También puedo decir que el primer video de Pablo es la imagen más hermosa que he visto en mi vida; es increíble ver cómo algo tan pequeñito se mueve, da vueltas, se rasca la oreja y soba la pancita. Es algo mágico saber que nuestros sentimientos se materializaron en ese ser tan chiquitito. Es imposible dejar de sonreír al verlo y, a la vez, pensar en un millón de cosas, como que si será tranquilo como nosotros y si también le gustará la lectura y la música o que tenemos que ir organizando el baby shower y el bautizo e ir tramitando la inscripción en el Francia.

Creo que es natural que cada vez tenga más inquietudes relacionadas a Pablito y todo lo que él significa para nosotros, por eso decidí abrir este blog, para escribir sobre las tantas y diferentes cosas que vienen a mi mente que tienen que ver con el ser madre y tener y cuidar un bebé.
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Imagen: Hope de Gustav Klimt