Tal como reza el título de este blog, el sábado Pablito dio sus primeros pasos sin ayuda de nada ni nadie, y confieso que fue bastante emocionante. Hasta ahora el “nene” no se había esforzado mucho con la caminata: como es el rey del gateo puede ir y venir a su antojo, y a toda velocidad, cuando quiera; lo de los pasos no era prioridad. Poco a poco fue descubriendo que estar de pie también es muy divertido, y así empezó a moverse agarrado de la mano o empujando una silla, su mesita de juegos o un carrito especial para la ocasión –cero andaderas, a estas alturas nadie las recomienda-.
En fin, Pablo cada vez nos exigía más que lo acompañáramos a dar su paseo agarrado y sin soltarse jamás. La noche del sábado, luego de andar de arriba abajo el Farmatodo continuó el ejercicio en casa y, aprovechando su entusiasmo, me paré frente a él y lo invité a continuar solo. Fueron unos pasitos de lo más tímidos que nos emocionaron a los tres, especialmente a los sonreídos y orgullos padres. En estos dos no se ha atrevido a continuar la caminata en solitario, pero ya he mentalizado para cuando la retome: todo el mundo se ha dado la tarea de repetir hasta el cansancio que, “ahora es que viene lo bueno”.
En fin, Pablo cada vez nos exigía más que lo acompañáramos a dar su paseo agarrado y sin soltarse jamás. La noche del sábado, luego de andar de arriba abajo el Farmatodo continuó el ejercicio en casa y, aprovechando su entusiasmo, me paré frente a él y lo invité a continuar solo. Fueron unos pasitos de lo más tímidos que nos emocionaron a los tres, especialmente a los sonreídos y orgullos padres. En estos dos no se ha atrevido a continuar la caminata en solitario, pero ya he mentalizado para cuando la retome: todo el mundo se ha dado la tarea de repetir hasta el cansancio que, “ahora es que viene lo bueno”.
...
Imagen: zapatos de Pablo después de la acción.
No hay comentarios:
Publicar un comentario