—Sabes mami, Sebastián B me dijo que quería ser mi amigo. Antes no era muy amigo mío, pero ahora él no tiene amigos y me preguntó que si podíamos ser amigos.
—¿Y qué le respondiste, Pablo?
—Le dije que sí. Cuando yo llegué al colegio, no tenía amigos y le pregunté a Jaime si podía ser su amigo, y él me dijo que sí.
—Y ahora son muy buenos amigos.
—Sí. Sebastián B me preguntó eso, y yo le dije que sí. Ahora todos somos amigos: él, Jaime, yo y Sebastián H, que también es más amigo mío ahora.
—Entonces son un grupo de cuatro amigos.
—Sí, y jugamos y compartimos.
—¡Qué bueno!
—También soy amigo de varias hembras, pero me gusta más andar con mis amigos varones.
—Claro. Te entiendo, Pablo.
...
En la imagen aparecen el niño y el pingüino, dos grandes amigos que protagonizan una serie de libros escritos e ilustrados por Oliver Jeffers, uno de los autores favoritos de Pablo.